miércoles, 12 de noviembre de 2008

Lo desconocido


Anoche apenas pude conciliar el sueño. Entre mis pensamientos vagaba el recuerdo de estas manos atravesando las rejas de mi celda y la ineptitud, provocada por una cobardía burbujeante gasificando mi sangre, para salir corriendo en un segundo. Al contrario, con un sobresalto retrocedí y me refugié sentado sobre la silla del revés, apoyando brazos y cabeza sobre el respaldo y no pudiendo dar crédito a lo ocurrido.

Permanecí un tiempo indeterminado observando las rejas y los cables colgantes de la pared de enfrente, y después me tendí sobre la cama, cuyos muelles rechinaban, como siempre, cada vez que giraba sobre mi cuerpo, intentando, en vano, encontrar la postura que mejor acomodase mis pensamientos sobre la almohada. Pero mi cabeza se había convertido en un saco lleno de clavos que se rebelaban contra su contenedor.

Está oscureciendo. Las horas de claridad son cada vez más escasas, y eso me gusta. La dama de la noche va absorbiendo tímidamente toda la luz de que dispone el cielo para concentrarla dentro de su cuerpo. Su egoísmo se traduce en belleza, y hoy se deja ver por mi ventana. Ella hace las cosas a su manera, se cree capaz de alumbrar la senda de los caminantes a través de la negrura, y no advierte la presencia de las luces artificiales que la han suplantado desde hace tiempo. Se ha quedado anticuada, ya no la necesitan, pero todavía oculta una cara desconocida, y eso le da esperanzas de seguir viva y no quedar como refugio inerte de desposeídos.

Mi destino parece haber tomado el mismo rumbo que la luna.

Tengo claro que puedo escapar cuando me plazca, pero, ¿me place? ¿Qué atractivo puede tener involucrarse en el flujo de vida que moviliza el mundo? Ya lo hice una vez y acabé aquí, prisionero por no tener, según mis jueces, las ideas adecuadas. También es cierto que las cosas han podido cambiar, para bien o para mal, y ya no sé cómo funciona todo. Lo desconocido despierta curiosidad, e igualmente infunde miedo.

Quiero que el mundo me muestre su nueva forma, y entonces yo le descubriré mi cara oculta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si has de decir algo, dilo ahora... o cuando puedas.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...