domingo, 22 de enero de 2012

Poca diestra


Si me preguntan por Rogelio carahuevo, o Rogelio caratomate, o Rogelio el cornudo, debo reconocer que fui parte creativa de los tres apodos. En el barrio todos conocíamos la historia de aquel esperpento de matrimonio, pero jamás pudimos imaginar que un juego de rumores entre vecinos, ya fueran falsos o verdaderos, llegaran a desencadenar el trágico suceso.

miércoles, 18 de enero de 2012

La última cena


El sonido de la llave en la cerradura me hizo pegar un brinco. ¿Estaba todo según lo planeado? Las luces proporcionaban un clima tenue en el salón. Eché un rápido vistazo a la mesa. Una fuente de cordero asado la presidía, rodeado de patatas e impregnando el aire de un delicioso aroma a pimienta y romero. Durante largos años me había dedicado a perfeccionar recetas de cocina, cuando aún ignoraba los flirteos de mi esposa con desconocidos, y podía asegurar que me encontraba ante mi obra maestra. ¿Con qué si no habría de dar fin a un episodio que venía torturándome en los últimos tiempos? Había descorchado la botella de oporto para que oxigenara hacía apenas un par de minutos. Los cubiertos y las servilletas estaban dispuestos con pulcritud, y el cuchillo de trinchar brillaba con una malicia que estremecía.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...