jueves, 30 de abril de 2009

Rock


Sumido en mi ensimismamiento, sentado en la silla y moviendo compulsivamente las piernas, la vi pasar de largo tras el marco de la ventana. Apenas recordaba que la echaba de menos, y después de mucho tiempo volví a verla. Su esencia y su olor se habían convertido en vagos retazos dentro de mi memoria, pero ese segundo fugaz los dibujó de nuevo.

El destino había conspirado en el pasado para que nos conociéramos y quedara prendado de ella. Nunca supe si realmente me llegó a querer, y yo, sin embargo, la quise tanto que durante una época llegué a no soportarla. Mas ahí se encontraba otra vez; de un soplo olvidé todo el mal que me hizo y fui tras ella como un perrillo faldero.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...