martes, 7 de julio de 2009

Thriller


No lo comprendo, no tiene sentido. No sé dónde estoy, ni dónde estaré transcurrido un mes. No encuentro un lugar donde refugiarme de esta ola de calor en la que todo es ajeno. He sido expulsado de la prisión a patadas, tanto del alcaide como de los presidiarios a quienes consideraba compañeros, y las puertas se han cerrado desde dentro, eliminando toda posibilidad de regresar.

En el plazo de un mes he sentido la impotencia de padecer un nuevo destierro que se ha ido consumando ante mis ojos como la caída de una cadena de fichas de dominó a cámara lenta, mientras mis manos se encontraban atadas. Pero mi boca no había sido retraída por una mordaza.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...