domingo, 15 de abril de 2012

Mis padres tenían razón


Las cosas te entran por el oído izquierdo y te salen por el derecho, me recriminaban de pequeño. Fue el único recuerdo de mis padres que me vino a la memoria cuando el que me encañonaba apretó el gatillo. Cerré los ojos y giré la cabeza como para protegerme. La bala entró por un oído, salió limpia por el otro y alcanzó de lleno al compañero de mi fallido verdugo.


(Enmendado el 17/04/2012)

14 comentarios:

  1. No acabo de ver el final, salvo que la que apretara el gatillo fuera la madre, no se porqué he pensado desde el principio que el que dispara es el padre. A lo mejor soy yo la que lo estropea con la lectura.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es ni la madre ni el padre, sino dos secuestradores. La bala entra por un oído y sale por el otro como un conducto hueco, de forma que golpea con toda su potencia a uno de los dos hombres que retienen al protagonista, en concreto, el que no sostiene la pistola. Las advertencias que los padres le hacían, al final, eran ciertas, y le han salvado la vida.

      Creo que no he conseguido transmitir nada bien lo que quería escribir, fruto de mi inexperiencia con los microrrelatos. ¿Lo reescribo?

      Eliminar
    2. Al final he intentado enmendarlo, a ver si ahora consigo transmitirlo bien :)

      Eliminar
    3. Solo era una opinión, tan respetable y criticable como otra cualquiera, no pretendía que lo modificaras, aunque he de confesarte que con esta redacción el relato gana mucho, siempre desde mi punto de vista.

      Un abrazo,

      Eliminar
    4. Esperanza, confío en que no te haya molestado mi respuesta, porque en ningún momento me ha molestado a ti la tuya. Me gusta que se hagan críticas constructivas, siempre lo he querido, y las he valorado más que las positivas. De hecho, esta no es la primera vez que me has propuesto mejoras, y si las mismas implican reconstruir un texto, lo hago. Así pues, gracias de nuevo por tus aportaciones :)

      Un abrazo.

      Eliminar
    5. Un placer, para eso estamos, para ayudarnos mutuamente a mejorar.

      Repito abrazo,

      Eliminar
    6. Adrián, en mi modesta opinión, también creo que está mejor ahora. No obstante me gustaría aportar una idea personal, por si a tí también te gusta. Yo echo en falta algo de voluntariedad por parte del protagonista, es decir, que sea él el que, con un acto consciente y voluntario, se "aproveche" de esta extraña capacidad que sus padres le reprochaban y que ahora le resulta tan útil.

      ¿Cómo expresar esto? Pues yo lo haría así: ya que ya está dicho que se está acordando de esto cuando lo encañonan y este acto se suele hacer de manera frontal (a la cara), yo cambiaría la frase: "Cerré los ojos." por "Cerré los ojos y giré rápidamente la cabeza.". O algo similar.
      Sólo con esto y con lo que se dice después, queda completa la imagen de lo que ocurrió de una manera más logica (de otro modo tendría que encañonarlo apuntando desde el principio a su oreja) y, además, se añade lo que yo veo como necesario: el acto consciente y voluntario. El recuerdo paterno y materno tiene un fruto activo en este caso, no sólo pasivo.

      Pero digo lo mismo que ESPERANZA, esto es sólo mi opinión. En este caso, el relato ya está bien como está. Lo mío añade otro matiz extra que puede gustar o no o, simplemente, alejarse de la idea que tú quieres transmitir. En tus manos lo dejo que eres el autor.

      Enhorabuena por éste y otros relatos tuyos que me han gustado mucho. Ánimo para seguir por este camino pues se ve claramente que tienes madera y muchas cosas que contar y compartir.

      Saludos.

      Eliminar
    7. Joaquín, tienes razón en eso de girar la cabeza para que la acción fluya con más suavidad. Al minimizar la dosis de información he recortado demasiado.

      ¡Gracias por tu tiempo de opinión!
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Tremebunda reflexión sobre la apatía. Me gustó. Mucho. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Apatía que, en los tiempos que corren, resulta premiada. Ya ves qué ironía.

      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Me gusta mucho de los relatos cuando las "maneras de decir" se convierten en realidades de carne y hueso. Es decir, se hacen literales.

    Se ve que tuvo sus ventajas para el protagonista no guardarse nada adentro. Todo espectador tiene su paraíso (en su infierno).

    Felicitaciones.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ... y el fracasado se convierte en héroe.

      Gracias por tu aportación.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Jajaja. En cierto modo ese dicho era su única esperanza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por eso el refranero popular nunca debe morir. Una fuente de sabiduría y ayuda.

      Eliminar

Si has de decir algo, dilo ahora... o cuando puedas.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...