lunes, 31 de mayo de 2010

Setlist


Aparté la mirada de los dos hombres y me senté en el suelo, apoyando la espalda contra la pared. Me acurruqué y rodeé mis piernas con los brazos. Miré al cielo y era gris; miré al suelo y también era gris. Todo era humo y tierra baldía, donde estaban enterrados los huesos de los besos de la juventud que se me escapaba. Así, abrazado a la tristeza, suspiré por no poder convertir el ocio en mi día a día. Fui consciente de que los tiempos sin responsabilidades quedaban lejos. Me sentía pesado como los andares de un soldadito marinero tras su solitario regreso a "la cuisine de Bernard" del puerto.

"¿Qué mierda de vida es esta, que incluso los ratos de ocio hay que pasarlos mirando la hora?" Me lamenté. "Ya no quiero beber hasta perder el control a base de whisky barato y cerveza sin fuerza. Aunque los falsos valores se vendan tras una barra americana y en empresas de todo a cien, quiero seguir creyendo que aún existe algo de pureza. Si no, ¿qué es esa luz que procede del fondo del abismo?"

Efectivamente, el abismo emitía una fuerte luz blanca, mezclada con una sutil melodía en la que hasta entonces no había reparado. Noté su calor y comencé a pensar de otra forma.

Me dije que tarde o temprano encontraría el camino, volvería a poner mi reloj en marcha y no me importaría la dirección apuntada por la brújula. El destino viene y va, dispuesto a tirar el dado, y mientras te encuentras feliz por pensar que catorce vidas son dos gatos, aparece de nuevo y con sus garras te quita siete de una tacada.

¿Pero qué hay de malo en ello? Todas las malas experiencias suponen un buen castigo para aprender y que no se vuelvan a repetir. Al contrario de lo que muchos piensan, por la boca vive el pez; si la mantienes cerrada, te pescan y te meten en su pecera. Si empiezas de nuevo la casa por el tejado, no te preocupes por hacerlo al revés: Cava hondo y haz hueco a las paredes.

Conciencia apareció junto a mí.

"¿Dónde te habías metido?", le pregunté.

"Acabo de llegar. Has dejado de lado a Cerebro, pero yo no soy tan fácil de ignorar. Hereje, la destrucción de la cárcel no ha sido precisamente culpa de Burns. No puedes seguir deltoya. ¡Respira!"

Imaginé a Burns corriendo como pollo sin cabeza. Fue algo desagradable.

"Si no me acordé de ti cuando Latón y yo estábamos intentando escapar de la cárcel, no creo que vayas a hacerme compañía mucho tiempo más. Si el robo del cargador fue un error, siento decirte que me equivocaría otra vez. Quiero que me arrastre el viento que ahora sopla, y me lleve más allá del abismo, al manantial de estos acordes que se oyen en el aire. Ellos serán los que me inyectarán la fuerza necesaria para recuperar mi corazón oxidado y que vuelva a la vida. Qué necesario es el Rock'n Roll para aliviar las heridas, Conciencia. Te aseguro que antes de que cuente diez te habrás marchado, pues ya no quiero razonar ni lamentarme. Sólo quiero música."

Conciencia se revolvió.

"¿Por qué ves en la música una alternativa a nuestros juicios?"

"Porque al cantar me puedo olvidar de todos los malos momentos. Los sueños locos siempre irán conmigo."

1 comentario:

  1. Una buena selección de música en directo durante dos horas y media para una calurosa noche de primavera.

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