martes, 31 de mayo de 2011

Despertar entre el barro


No podía calcular cuánto tiempo había permanecido boca abajo, saboreando el barro. Solo recordaba una densa oscuridad, no la generada por la ausencia de luz, que la había, sino la provocada por la certeza de haber perdido el rumbo en una efímera y torpe batida de alas. A su mente logró traer de regreso las causas de aquella posición tan comprometida. Una larga caída después de haber posado los pies en el vacío que llenaba un abismo. Y una gran explosión, y palomas muertas, y ataúdes vacíos flotando en la lava. Y algo más lejano, una luctuosa celda. Tras él, una pared interminable rasgaba las nubes de un cielo que se le venía encima.

Escupió en sus manos para librarse del barro que las cubría cual si fuese un guerrero de terracota y hacer lo propio con su rostro, y entonces comprobó desazonado que sus negras alas se encontraban quebradas, ya no servían y habría de agenciarse otras. Se mordió el labio inferior y tiró fuertemente de ellas. Contuvo un alarido cuando la carne de su espalda se desgarró y las heridas estallaron en llanto. Las lágrimas recorrieron su espalda a través del sendero abierto por un electrizante escalofrío de alivio y humedecieron sus pantalones.

Más allá del barrizal contempló un dibujo en carboncillo. Un camino de baldosas de tonalidades grises partía de sus mismos pies, atravesaba un paraje rico en elementos, aunque igualmente pendiente de colorear, y moría más allá del horizonte. Nada se movía y la soledad protestaba con un molesto susurro. Sintió todo aquello como suyo y se dijo que le urgía un remozamiento, de modo que decidió ayudar a aquel sombrío paisaje y se dispuso a pintarlo con el rojo que le tintaba espalda y piernas.

4 comentarios:

  1. Hola, Hereje:
    Encontré un comentario tuyo en el blog de Jesus Esnaola y me vine para acá. Me gustó lo que leí. Te he enlazado desde mi blog para venir más veces, con tu permiso.
    Un cordial saludo,
    PABLO GONZ

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Pablo Gonz, tienes permiso para venir las veces que quieras.

    ResponderEliminar
  3. Siempre esta bien poner color en tu vida, aunque sea rojo. Ya conozco el camino hacia tu blog. Volveré.

    Saludos,

    ResponderEliminar
  4. Esperanza, teñir la vida con el rojo que mana de tus heridas puede ser doloroso, pero reconfortante a la par.
    A ti te digo lo mismo que a Pablo, vuelve cuando quieras.

    ResponderEliminar

Si has de decir algo, dilo ahora... o cuando puedas.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...