martes, 21 de diciembre de 2010

SINDEmagogia barata


Mantengamos la calma, no todo es tan grave. La Ley Sinde tendrá varias ventajas, pero sin lugar a dudas la más aplaudida – por los azulillos, justicieros del pueblo – será que el PSOE se está cavando su propia tumba. Por lo demás, reconozco que hace mucho tiempo desde la última vez que descargué música de forma masiva. Resultaba estresante disponer de varias discografías con veintenas de álbumes y deber escucharlo todo para validar la corrección de las pistas. Dos meses después de la tediosa tarea quedaban en el olvido, por los siglos de los siglos. En serio, ¿quién es capaz de escuchar todos los trabajos de Camela sin padecer urticaria? Al final, el sentido común nos hace selectivos y solo escuchamos una mínima parte de toda la basura electrónica que acumulamos en los discos duros.

¿Cuánto cuesta un álbum musical en formato digital? Si no me equivoco, no llega al euro por canción, de modo que los discos de artistas poco trabajadores no alcanzan los diez euros. Más se gasta la noche de fin de año, así que no nos echemos las manos a la cabeza. Además, para ampliar la biblioteca musical por poco precio se podrá seguir una estrategia sencilla, conocida por todos: Comprar los discos entre unos cuantos amigos e intercambiarlos por obra y gracia de los dispositivos portátiles de que disponemos. ¡Como en los viejos tiempos, cuando grabábamos los casetes!

Paralelamente a la privación de los derechos a realizar descargas ilegales, dicen que están dispuestos a dinamitar nuestros domingos de sofá, palomitas y películas en streaming. A mí me hacen un favor, pues me irritan los screeners de mala calidad. Ya pagamos por el sofá y las palomitas; ahora tendremos la posibilidad de ir al videoclub y alquilar una película con todos sus extras, y podremos disfrutar así de alta definición sin cortes, sin esperas, y con sonido envolvente.

La comunidad del software libre también está de enhorabuena, pues ganará popularidad la descarga de aplicaciones gratuitas en detrimento del software propietario. En cuanto a los libros digitales, es un asunto que no admite debate: Un libro se hojea, no se le hace clic.

Con todo esto, además, se acabará con los infames piratas internautas que se lucran a costa del trabajo de los demás, pues, seamos sinceros, a mí también me fastidiaría sobremanera que una web recibiera miles de visitas diarias por copiar y pegar en su espacio las cosas que escribo y publico aquí, y este sitio sin embargo fuera ignorado. Para algo se han creado las licencias como la que ampara este blog.

Como corolario, imaginad que contratar una línea de Internet será más barato, o ni siquiera será necesario si perteneces a la mayoría que no encontraría utilidad alguna a los ordenadores sin Internet. Por tanto, descendería la demanda, y asimismo descenderían los precios. Pero vayamos más allá, y pensemos en los sufridos ingenieros informáticos: Nunca más tendrán que soportar los incordios de vecinos y conocidos sobre cómo configurar "la mula" o por qué oscuros motivos no se ven los videos en Windows Media Player.

Gracias, señora González-Sinde, por hacernos rememorar los años ochenta: Tardes de videoclub e intercambio de casetes. Ya puestos, que se porten y nos devuelvan la movida, los botellones y a Héroes del Silencio.

4 comentarios:

  1. Deberias informate mas acerca de que se esta reclamando y porque la Ley Sinde-Mocracia es una insulto a los derechos, al sistema judicial y la sociedad en general. Esta claro que hay que defender la propiedad intelectual, esta claro que cierto tipo de páginas no son moralmente legales (pq por ley aun lo son, es aqui donde habria que realizar cambios), y esta claro que hay que hacer cambios, pero la Ley Sinde es un instrumento en manos de las empresas (que no de los artistas y creadores) que quieren ejercer de denunciante, juez y verdugo (a tomar porculo la democracia!).

    Leete estos articulos que te paso y luego me cuentas.

    http://www.error500.net/articulo/diez-enlaces-para-entender-ley-sinde

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  2. Creo que durante estos días - especialmente hoy - me he informado lo suficiente, y algunas de las cosas que aparecen en los enlaces que me recomiendas me parecen irrisorias, propias del Sindicato de Estudiantes cuando se dirigía a los manipulables alumnos del primer curso de instituto.
    Lo que aquí dejo escrito es tanto mi opinión como las conclusiones que saco, tirando, obviamente, de ironía. Me aburre, y no es nada original, recopilar información y escribir un dossier interminable como hacen algunos - eso sí, dejando pequeñas pinceladas de subjetividad -.
    La Ley Sinde me parece una broma, pero más broma me parece que algunos crean que la piratería y Wikileaks son lo mismo. ¿O ahora ya no lo llaman piratería, sino libertad de expresión?

    Una pregunta: ¿Por qué tienes una licencia Creative Commons en tu blog?

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  3. Tienes razón, es de broma que algunos piensen que compartir y no pagar sea lo mismo. Pero ojo, como dices, algunos. El problema es que al hablar de 'piratería' están metiendo en el mismo saco a éstos y a los que desean que se impongan medidas como las que citas en tu entrada.

    Y sí, la Ley Sinde es una broma, pero de mal gusto. A mí siempre me ha parecido una pataleta de quien quiere anclarse en el pasado, llámalo gobierno o la industria de turno, que no quiere evolucionar y adaptarse al progreso de la cultura. Es más que evidente que el antiguo modelo está obsoleto y las industrias del cine, de la música y demás deben amoldarse a la realidad, y no mover cielo y tierra para amoldar la realidad a su arcaica idea de comercio.

    La Ley Sinde, como decía, y como bien dice Pere, es una broma de mal gusto. Una broma que atenta contra pilares tan básicos de la Democracia como la separación de poderes, dando herramientas al Ejecutivo para saltarse al Judicial.

    El fin está claro, tanto para los "piratas" como para los artistas, y es respetar los derechos de autor. Pero el fin nunca debe justificar los medios, y con menos motivos aún cuando dichos medios están al alcance de la mano. Spotify y Steam son claros ejemplos de que el cambio no sólo es plausible, sino que funciona. Y vaya sin funciona.

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  4. Afortunadamente, la Ley Sinde no ha salido adelante. Y también, afortunadamente, gracias a aplicaciones como las que citas, en la sociedad se está creando una conciencia de respeto hacia los creadores. Con un consenso - nada de politiqueos chantajistas, un consenso de verdad -, esta historia tendrá un final feliz.

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