Los tenía sentados y amordazados ante sí. Aquella pistola, que obtuvo como caída del cielo, solo contenía una bala, pero sabía perfectamente a quién habría de ir dirigida.
¿quizás esa bala tenia su propio nombre? A veces la solución no esta ante nuestros ojos, a veces la solución es dejar de mirar.
¿Y si la bala no fuera bala, y la pistola tampoco fuera pistola?
Si has de decir algo, dilo ahora... o cuando puedas.
¿quizás esa bala tenia su propio nombre? A veces la solución no esta ante nuestros ojos, a veces la solución es dejar de mirar.
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